
En declaraciones a la prensa, tras suscribir un decreto para la creación de una empresa nacional de cemento, Morales explicó que ese sondeo será la mayor expresión de democracia del pueblo boliviano.
El domingo será un día histórico, de ahí mi pedido de convertir esa jornada en fiesta democrática, dijo, cuando por primera vez el pueblo con su voto podrá revocar a los dirigentes que no prestan servicios a la nación.
Morales recordó que en más de 50 años en Bolivia estuvo prohibido el voto universal, ejercicio que era vetado a mujeres y otros sectores sociales, marginados por los gobiernos de turno.
Después del 10 de agosto, remarcó, estamos obligados a un reencuentro de las autoridades para formular el nuevo escenario que nos permita seguir avanzando en proyectos que traigan mayores beneficios a los bolivianos.
El jefe de Estado admitió sentir grandes esperanzas que la nueva consulta popular se realizará en paz y tranquilidad e instó a todos los ciudadanos a cumplir con ese deber cívico, debido a su importancia para el futuro del país.

Asimismo resaltó las raíces culturales de las comunidades indígenas y sus tradiciones de convivencia solidaria, para apuntar que en los próximos años, Bolivia podrá reciprocar a las naciones que de manera desinteresada colaboran ahora con el desarrollo del país.
El mandatario de origen aymara ratificó que mañana domingo ejercerá el voto en la localidad campesina de El Chapare (Cochabamba), sede de la dirección de seis federaciones de productores de hoja de coca, donde comenzó su trayectoria como líder sindical.
De acuerdo con la norma del plebiscito, para mantenerse en sus cargos los dirigentes bolivianos no puede sumar un porcentaje de votos contrarios superior a los favorables que obtuvieron cuando alcanzaron sus actuales puestos, en diciembre de 2005.
De esa manera, los líderes del Ejecutivo sólo terminarán sus mandatos si reciben más de un 53,7 por ciento de boletas en contra, mientras el rango para los prefectos oscila entre un 37,98 y un 48,03.
Sin embargo, una propuesta de la Corte Nacional Electoral estableció en 50 más uno el porcentaje necesario para revocar a ocho de nueve gobernadores regionales, con excepción de la de Chuquisaca, Savina Cuéllar, elegida el pasado 29 de junio.
Entretanto, el Gobierno y el Parlamento mantienen la postura de asumir esa resolución tan sólo como una sugerencia técnica y respetar la ley original de la consulta.

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