JUICIO Y CASTIGO A LOS ASESINOS DE FLOREAL AVELLANEDA, MILITANTE DE LA FEDERACION JUVENIL COMUNISTA DE QUINCE AÑOS DE EDAD.
SECUESTRADO POR EL EJERCITO ARGENTINO EL 15 DE ABRIL DE 1976, TORTURADO Y MUERTO POR EMPALAMIENTO, SU CADAVER APARECIO EL 14 DE MAYO FLOTANDO CERCA DE MONTEVIDEO.
Y A PESAR DE SER IDENTIFICADO, SU CUERPO FUE ROBADO POR EL EJERCITO URUGUAYO QUE LO MANTIENE DESAPARECIDO.
EL 25 DE MARZO DE 2009, TREINTA Y TRES AÑOS DESPUES, COMENZARA EL JUICIO ORAL CONTRA ALGUNOS DE SUS VICTIMARIOS.
A LA CALLE, QUE YA ES HORA DE JUSTICIA…
El Negrito Floreal Avellaneda nació y creció en un hogar de trabajadores comprometidos con la lucha por el cambio social. Su abuela fue una de las primeras en organizar la solidaridad con los presos políticos de la “década infame” del 30. Sus padres, Iris y Floreal, fueron y son militantes comunistas siempre prestos a sostener toda causa noble, sin dejarse amedrentar por las consecuencias.
Para la época del golpe militar, Floreal -padre- trabajaba en TENSA, fabrica metalúrgica de cierta importancia en la zona norte de la provincia. de Buenos Aires. y había sido elegido delegado junto a otros compañeros de izquierda y de la Juventud Peronista-, por sus compañeros de trabajo Todos ellos fueron reprimidos, muchos hoy se encuentran desaparecidos. En la madrugada del 15 de abril, una banda uniformada asaltó el hogar de los Avellaneda en busca del dirigente obrero, pero éste -acostumbrado a años de allanamientos, encerronas y cárcel- alcanzó a escapar por los techos, y casi consigue llevarse al Negrito consigo. En un alarde de cobardía perversa, el grupo de tareas del Ejercito, se llevó a su mujer, Iris Pereyra, y su hijo Floreal a la comisaría de Villa Martelli donde ambos fueron sometidos a brutales torturas. Fue la última vez que Iris vio su hijo y nada sabemos de sus últimas horas porque a pesar de que se cuenta con el acta de allanamiento de la vivienda y del certificado de defunción de Floreal realizado en Montevideo, a pesar de que los médicos forenses informaron de haber encontrado señas de empalamiento, tal como denunció Rodolfo Walsh en su carta póstuma de marzo de 1977: “incluyendo el chico de 15 años, Floreal Avellaneda, atado de pies y manos, “con lastimaduras en la región anal y fracturas visibles”, los miserables represores se siguen negando a revelar lo ocurrido aquella noche terrible.
Los familiares y compañeros de militancia de los Avellaneda no se quedaron quietos. Recorrieron comisarías, jefaturas militares, despachos judiciales. el Dr. Julio Viaggio, abogado y dirigente de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, fue uno de los que encabezaron la lucha por esclarecer el caso y quien logró que se ordenara la identificación del cadáver de Floreal en mayo del 76. La causa que hoy llega a Juicio Oral tiene casi treinta y tres años de existencia. Es testimonio de nuestra voluntad de lucha contra la impunidad que protege a los genocidas en la Argentina. Durante los años de la dictadura mantuvieron la causa “dormida”, en el 83 y 84 la hicimos avanzar y se detuvo algunos represores, Alfonsín los liberó y Menem indultó a sus jefes; y recién ahora, seis años después de la anulación de las leyes de impunidad y tras lograr el reconocimiento de la inconstitucionalidad del indulto a Riveros, el caso de Iris y Floreal es el primero en llegar a Juicio Oral de los miles de crímenes de la mega causa de Campo de Mayo, donde se asentaba la jefatura militar a cargo del General Omar Riveros, uno de los Jefes máximos de la dictadura, miembro de la Junta Interamericana de Defensa, que era el ámbito de articulación continental de los yanquis con las dictaduras. Junto con Riveros irán a juicio los oficiales Raúl Horacio Harsich y César Amadeo Fragni; al director de la Escuela de Infantería, Osvaldo Jorge García, quien estuvo a cargo del área de Vicente López, y Alberto Angel Aneto, que revistaba en la comisaría de Villa Martelli.
La Liga Argentina por los Derechos del Hombre, sus familiares, el Partido Comunista y la Federación Juvenil Comunista al que pertenecen las víctimas y los organismos agrupados en Justicia YA! han sido reconocidos como querellantes y son quienes exigirán el castigo merecido para los asesinos. Los represores han contratado abogados con décadas de actuación en el Estado, incluyendo un ex miembro de la nefasta Cámara de Casación y cuentan con el silencio cómplice de los grandes medios para ocultar sus horribles crímenes.
Necesitamos de tu compromiso con la Verdad, la Memoria y la Justicia. Este juicio se gana en las calles, en las escuelas y las facultades, en los talleres y empresas.
El desafío es la Memoria o el Olvido. La Continuidad del Genocidio o la Ruptura con el Neoliberalismo fundado sobre el cuerpo destrozado del Negrito Floreal y sus miles de compañeros.
El Castigo o la Impunidad de los asesinos dependen de nosotros. De nuestra lucha.
Todos a la calle que ya es hora de Justicia
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La FEDE querella ante los genocidas,
Los jóvenes sostenemos la lucha
Con el saludo inicial de los padres del Negrito, comenzamos nuestra pelea por memoria verdad y justicia.
Luego con los panelistas: Guadalupe Godoy – José Schulman – Jorge Brioso — Leo Herrera.
SÁBADO 7/2 18 HS. SALÓN DE ACTOS DEL COMITÉ CENTRAL (Entre Ríos 1039, Cap. Fed.) Cita de honor.
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5th Febrero, 2009
A LA CALLE, QUE YA ES HORA DE JUSTICIA
JUICIO Y CASTIGO A LOS ASESINOS DE FLOREAL AVELLANEDA, MILITANTE DE LA FEDERACION JUVENIL COMUNISTA DE QUINCE AÑOS DE EDAD.
SECUESTRADO POR EL EJERCITO ARGENTINO EL 15 DE ABRIL DE 1976, TORTURADO Y MUERTO POR EMPALAMIENTO, SU CADAVER APARECIO EL 14 DE MAYO FLOTANDO CERCA DE MONTEVIDEO.
Y A PESAR DE SER IDENTIFICADO, SU CUERPO FUE ROBADO POR EL EJERCITO URUGUAYO QUE LO MANTIENE DESAPARECIDO.
EL 25 DE MARZO DE 2009, TREINTA Y TRES AÑOS DESPUES, COMENZARA EL JUICIO ORAL CONTRA ALGUNOS DE SUS VICTIMARIOS.
A LA CALLE, QUE YA ES HORA DE JUSTICIA…
El Negrito Floreal Avellaneda nació y creció en un hogar de trabajadores comprometidos con la lucha por el cambio social. Su abuela fue una de las primeras en organizar la solidaridad con los presos políticos de la “década infame” del 30. Sus padres, Iris y Floreal, fueron y son militantes comunistas siempre prestos a sostener toda causa noble, sin dejarse amedrentar por las consecuencias.
Para la época del golpe militar, Floreal -padre- trabajaba en TENSA, fabrica metalúrgica de cierta importancia en la zona norte de la provincia. de Buenos Aires. y había sido elegido delegado junto a otros compañeros de izquierda y de la Juventud Peronista-, por sus compañeros de trabajo Todos ellos fueron reprimidos, muchos hoy se encuentran desaparecidos. En la madrugada del 15 de abril, una banda uniformada asaltó el hogar de los Avellaneda en busca del dirigente obrero, pero éste -acostumbrado a años de allanamientos, encerronas y cárcel- alcanzó a escapar por los techos, y casi consigue llevarse al Negrito consigo. En un alarde de cobardía perversa, el grupo de tareas del Ejercito, se llevó a su mujer, Iris Pereyra, y su hijo Floreal a la comisaría de Villa Martelli donde ambos fueron sometidos a brutales torturas. Fue la última vez que Iris vio su hijo y nada sabemos de sus últimas horas porque a pesar de que se cuenta con el acta de allanamiento de la vivienda y del certificado de defunción de Floreal realizado en Montevideo, a pesar de que los médicos forenses informaron de haber encontrado señas de empalamiento, tal como denunció Rodolfo Walsh en su carta póstuma de marzo de 1977: “incluyendo el chico de 15 años, Floreal Avellaneda, atado de pies y manos, “con lastimaduras en la región anal y fracturas visibles”, los miserables represores se siguen negando a revelar lo ocurrido aquella noche terrible.
Los familiares y compañeros de militancia de los Avellaneda no se quedaron quietos. Recorrieron comisarías, jefaturas militares, despachos judiciales. el Dr. Julio Viaggio, abogado y dirigente de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, fue uno de los que encabezaron la lucha por esclarecer el caso y quien logró que se ordenara la identificación del cadáver de Floreal en mayo del 76. La causa que hoy llega a Juicio Oral tiene casi treinta y tres años de existencia. Es testimonio de nuestra voluntad de lucha contra la impunidad que protege a los genocidas en la Argentina. Durante los años de la dictadura mantuvieron la causa “dormida”, en el 83 y 84 la hicimos avanzar y se detuvo algunos represores, Alfonsín los liberó y Menem indultó a sus jefes; y recién ahora, seis años después de la anulación de las leyes de impunidad y tras lograr el reconocimiento de la inconstitucionalidad del indulto a Riveros, el caso de Iris y Floreal es el primero en llegar a Juicio Oral de los miles de crímenes de la mega causa de Campo de Mayo, donde se asentaba la jefatura militar a cargo del General Omar Riveros, uno de los Jefes máximos de la dictadura, miembro de la Junta Interamericana de Defensa, que era el ámbito de articulación continental de los yanquis con las dictaduras. Junto con Riveros irán a juicio los oficiales Raúl Horacio Harsich y César Amadeo Fragni; al director de la Escuela de Infantería, Osvaldo Jorge García, quien estuvo a cargo del área de Vicente López, y Alberto Angel Aneto, que revistaba en la comisaría de Villa Martelli.
La Liga Argentina por los Derechos del Hombre, sus familiares, el Partido Comunista y la Federación Juvenil Comunista al que pertenecen las víctimas y los organismos agrupados en Justicia YA! han sido reconocidos como querellantes y son quienes exigirán el castigo merecido para los asesinos. Los represores han contratado abogados con décadas de actuación en el Estado, incluyendo un ex miembro de la nefasta Cámara de Casación y cuentan con el silencio cómplice de los grandes medios para ocultar sus horribles crímenes.
Necesitamos de tu compromiso con la Verdad, la Memoria y la Justicia. Este juicio se gana en las calles, en las escuelas y las facultades, en los talleres y empresas.
El desafío es la Memoria o el Olvido. La Continuidad del Genocidio o la Ruptura con el Neoliberalismo fundado sobre el cuerpo destrozado del Negrito Floreal y sus miles de compañeros.
El Castigo o la Impunidad de los asesinos dependen de nosotros. De nuestra lucha.
Todos a la calle que ya es hora de Justicia
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